Murillo y el paceñismo

Por:

Botelho Gosálvez, Raúl

Colaborador(es):

Amigos de la Ciudad (La Paz)

Tipo de material: Texto

TextoIdioma: Español Idioma del resumen: Español Detalles de publicación: La Paz, Bolivia Letras 1967Descripción: 12 p. 18 cmTema(s):

Clasificación CDD:

FO984.4/B67m

Revisión: El 29 de enero de 1810, frente a un pueblo silencioso y frustrado, cuya presencia perdeaba en la Plaza de Armas de esta ciudad, detrás del cuadro de soldados erizados de bayonetas, don Pedro Domingo Murillo fué ajusticiado con ignominia, por el delito de haberse rebelado contra el dominio colonial de España en América. Cuando el verdugo se disponía a ahorcarle, Murillo exclamó estas resonantes palabras, recogidos por la posteridad: ¡El fuego por mí encendido, no se apagará en América jamás!.

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Folleto boliviano.

El 29 de enero de 1810, frente a un pueblo silencioso y frustrado, cuya presencia perdeaba en la Plaza de Armas de esta ciudad, detrás del cuadro de soldados erizados de bayonetas, don Pedro Domingo Murillo fué ajusticiado con ignominia, por el delito de haberse rebelado contra el dominio colonial de España en América. Cuando el verdugo se disponía a ahorcarle, Murillo exclamó estas resonantes palabras, recogidos por la posteridad: ¡El fuego por mí encendido, no se apagará en América jamás!.

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