El águila herida / Manfredo Kempff.

Un oficial alemán de la alta aristocracia, el mayor Sigfried von Below, sentenciado en ausencia por crímenes de guerra en el frente ruso, llega hasta la Chiquitania boliviana luego de innumerables peripecias. Herido en Berlín a la caída de la capital, huye de un hospital británico a Francia, donde es acogido en una familia amiga. De ahí pasa a la España franquista, donde recibe colaboración de sus autoridades, y se embarca a Argentina, por entonces guarida de alemanes de toda especie. En Bolivia, haciéndose pasar por sacerdote, comete aberraciones sexuales con adolescentes, núbiles, y mujeres casadas del pueblo, hasta que es descubierta su identidad. Una dama enamorada le advierte de los peligros que corre y lo obliga a huir, pero, además, abandona a su marido y se va con él. Luego viene una larga persecución de un grupo de inteligencia ruso (KGB) y otro judío (Mossad), en medio de apasionados amores del genocida teutón, en un ambiente de lujuria, conspiraciones y espionaje. La muerte está siempre al acecho y el odio entre el oficial alemán y el ruso Dimitri Ivanov se torna enfermizo. Este rencor se alimenta porque, además, ambos aman a una misma mujer de extraordinaria belleza e inteligencia que juega un papel muy importante en el argumento. El amor de una madre extraordinaria por su hijo perseguido llega a extremos conmovedores. Es un hecho que pudo suceder o no en Bolivia, donde, sin duda, fueron más de lo que sabemos, los oficiales germanos que llegaron huyendo hasta nuestro país al final de la II Guerra Mundial. La novela es como un guión cinematográfico de acciones que parecen reales.