Con fé y Devoción al preste / Manuel Seoane

En el altiplano de Bolivia, a mas de 3.000 m. s.n.m., las festividades de caracter religioso son recurrentes durante casi todo el año, y en ellas se practica una multiplicidad de danzas folklóricas como forma de procesión en honor a un santo, a una virgen o a la imagen de cristo. Estas festividades, llevadas a cabo en los espacios urbanos y rurales, tienen sus propias particularidades, formas, escenarios y actores. Los participantes de estas fiestas patronales son generalmente migrantes rurales aymaras de primera, segunda o tercera generación, cuya vida social se mueve íntegramente según el calendario festivo paceño (el cual incluye más de treinta fiestas patronales). Para el migrante, danzar en una festividad llega a ser una expresión de prestigio, ya que demuestra el éxito logrado en la ciudad, hecho importante en una sociedad con resabios racistas como la boliviana.